Mi vida era una calle sin pisar,
mi mundo como un túnel sin fin,
hasta el corazón me dejo de hablar
era preferible morir.
De noche no podía ni dormir,
de día me dolía vivir,
pero apareciste tú con tu luz
y en mi ya no hay ni clavos ni cruz.
Bienvenido amor, bienvenido,
bienvenido amor, soy tan feliz.
Bienvenido amor, bienvenido,
siempre te amaré,
si miento, mátame.
Era el lado opuesto del placer,
huérfano del verbo sentir,
era un libro en blanco sin escribir,
un querer y no poder.
Bienvenido amor, bienvenido...